“Tenemos que hablar”. Ésta serí­a probablemente una de las frases que De ningún modo deseamos escuchar cuando estamos en pareja o cuando comenzamos algún vínculo afectivo. Así­ como podrí­a ser hasta cuando hay un autorización respecto sobre el valor de la buena comunicación en las relaciones, solemos tenerle temor a las conversaciones, así­ como por tanto las evitamos. June García serí­a escritora feminista desplazándolo hacia el pelo desde realiza un lapso imparte un popular taller de leída llamado NeoAmor, donde como consecuencia de textos clave acerca de el motivo, va desenredando esa enmarañada carrete de el amor como edificación cultural. Cree que este temor goza de varias raíces y no ha transpirado la de ellas se relaciona con las mitos sobre el apego sensible. “En esa idea sobre la media naranja igual que una ser que llega a completar la vida, está implícita además la creencia sobre que esa sujeto tiene que percibir desplazándolo hacia el pelo conseguir al completo lo que nos pasa, igual que si pudiera leer nuestra pensamiento. Serí­a una cosa que está instalado desplazándolo hacia el pelo muy normalizado. Lo he conocido en amigas, que dicen cosas como ‘Estoy enojada, pero nunca le voy an aseverar nada con el fin de que se de cuenta’. Y cuando les cuestiono cómo se podría dar cuenta si no se lo dicen, la solucií³n podrí­a ser si el amor es real, se dispone de que dar cuenta”.

Conforme June, se intenta de expectativas irreales acerca de las personas, porque nos obligan a permanecer demasiado atentas y atentos a lo que le pasa al otro, lo que podría resultar bastante agotador. “desplazándolo hacia el pelo es que no por el hecho de amar a alguien, alguno va an interpretar todo lo que le ocurre a esa ser. Puedes amar profundamente y no ha transpirado parte sobre la construcción de ese apego tiene que ver con conocerse, una cosa que nunca se da por leída sobre idioma nunca verbal http://www.hookupwebsites.org/es/airg-review/ solamente, se da Asimismo por conversaciones”.

Carolina Aspillaga, doctora en psicología, académica e investigadora que ha dedicado gran pieza de su trayectoria an examinar las relaciones amorosas y no ha transpirado el pensamiento de amor sensible, concuerda. Dice que “tenemos la fantasía de apego verdadero igual que dos seres que se complementan plenamente desplazándolo hacia el pelo en ese contexto aparece la idea sobre que, para llevarnos bien, poseemos que permanecer de acuerdo en todo así­ como desde ahí se nos realiza difícil tener conversaciones en las que puede tener divergencias”. Aunque –según explica– cuando individuo comienza una relación es importante afirmar qué es lo que esperamos de nuestros vínculos sexo afectivos, cómo nos deseamos relacionar y nunca aceptar que lo que para mí serí­a ser pareja, es igual para la otra alma.

De eso se necesitarí¡ tener claridad respecto de nuestros propios valores intransables. “Por ejemplo, de mí la honestidad puede ser un intransable, como Con El Fin De una diferente persona lo puede ser la exclusividad sexual. En otras palabras, pueden existir divergencias así­ como está bien que de este modo sea, lo que no implica que la clase de la trato sea ínfimo, ni pone en disputa que se trate sobre un amor verdadero. El punto serí­a cómo vivimos estas divergencias desplazándolo hacia el pelo que la manera de ser pareja de la una diferente u otro, nunca transgreda la mía”, dice Aspillaga.

ВїPor quГ© le poseemos pavor a las conversaciones incГіmodas?

Según June todas las relaciones humanas son complicadas, sobre cualquier tipo. “Cuando se alcahuetería sobre conversaciones incómodas, sobre poner límites o establecer expectativas, son cosas que De ningún modo hacemos, ni siquiera con modelos familias. Lo pienso particularmente en la relación con las mamás, solemos dejar que ellas opinen sobre todo en modelos vidas”. Y no ha transpirado en el caso de estas relaciones de pareja, se da con mayor repetición. Sin embargo, ¿por qué nos da tanto pavor hablar? Goza de que ver con el recelo de que si planteas ciertas cuestiones o algunos temores, vas a la otra cristiano. Un prototipo tradicional en las parejas, serí­a la determinación de tener o no tener hijos. Resulta una cháchara que podría dividirles, En Caso De Que uno de los dos desea y el otro no, pero nunca por prevenir esa cháchara el impedimento nunca está. “Es irreal meditar que si haces todo lo que la una diferente cristiano desea, ésta se va a mantener contigo invariablemente. Asumirlo te evita quedar sacrificando cosas relevantes por tratar sustentar esa relación”, aclara June.

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Asimismo, se encuentran los estigmas que deben asociadas estas frases o preguntas como “Tenemos que hablar” o “¿En qué estamos?”. Carolina Aspillaga dice que está el miedo a cómo voy a ser vista o observado En Caso De Que hago esta duda. “Me van a ver como la cristiano desesperada o demasiado intensa. El impedimento es que al esperar o quedarme en una situación de ambigüedad en la que no me siento cómoda, también me estoy transgrediendo en lo que yo necesito. Allá la duda es ¿Para que la una diferente alma nunca me encuentre intensa, estoy dispuesta a permanecer en la circunstancia de incomodo o confusión y no ha transpirado prohibir que quisiera tener la replica respecto de qué somos, por ejemplo?”

“Creo que en el caso de estas relaciones que se encuentran comenzando, dispone de que ver con que se ve la conversación igual que la formalización, igual que En Caso De Que altiro le estuvieras pidiendo casamiento, que es una disputa muy absurda. Por motivo de que individuo puede tener conversaciones de mantener un vínculo en una cosa casual Ademí¡s. Y lo otro que ocurre es que hemos crecido pensando que el aprieto es una pérdida de libertad, por lo tanto en la mesura en que conversas así­ como por tanto te ‘comprometes’ con otra persona, te abres a la una diferente cristiano, desplazándolo hacia el pelo pierdes”, agrega June así­ como dice que en lo cual existe un sesgo de género porque existe un estereotipo respecto de que son las hembras las que buscan estas respuestas así­ como los hombres los que esquivan el compromiso. “De la totalidad de zonas Tenemos cuestiones, únicamente que las mujeres tenemos la contribución más emocional en las relaciones heterosexuales”, agrega.